sábado, 22 de noviembre de 2008

San Crispín Obispo: Patrón de los submarinistas novatos.


Fue bastante tiempo después de obtener mi título PADI de submarinismo cuando me di cuenta de la locura que había sido mi bautismo en ese deporte, y de lo que, si las cosas se hubiesen complicado, podría haberme ocurrido en aquella mi primera inmersión en la que el instructor me dejó "a mi aire", y siendo su única explicación acerca de cómo debía comportarme debajo del agua un mero "Tú síguenos".
Por eso, y porque ese día era su festividad, nombré a San Crispín Obispo mi santo patrón para este asunto del submarinismo

Y es que se suponía que aquel iba a ser un bautismo en condiciones (al menos yo así lo pagué en el centro de buceo), es decir, yendo de la mano (por decirlo de alguna manera) de un instructor que vigila, tanto de que todo le vaya perfectamente al novato (es decir a una persona carente de conocimientos y titulación), como de que no cometa ninguna imprudencia como podría ser, por ejemplo, que tratase de subir a la superficie de forma incontrolada, etc, etc.
Pero eso, con aquella gente y aquel instructor, no fue así.

¡¡Uff!! ¡Pues menos mal que tanto San Crispín Obispo como mi ángel de la guarda estaban atentos y en aquella cala cerca de Blanes buceaban junto a mí! Y espero que lo sigan estando con todos aquellos que hagan un bautismo de submarinismo con aquella gente (de los que diré el pecado, pero no el pecador) entre la parte sur de la provincia de Gerona y el norte de Barcelona.
En cualquier caso, y para finalizar este post, recomiendo a quienes vayan a hacer uno de esos bautismos, y sea donde sea, que en el centro de buceo en el que piensen hacerlo soliciten detalles muy concretos acerca de en qué consistirá dicho bautismo, y aprovechen para buscar en Internet consejos e información básica del buceo antes de realizar dicho bautismo de submarinismo.
Mas que nada para evitar desagradables sorpresas, sustos o cosas mucho peores.