miércoles, 1 de diciembre de 2021

Viajando desde el sofá: El largo regreso a casa del Pacific clipper NC18602

Con el final del otoño vuelven los que denomino Viajes desde el sofá, es decir, la lectura de libros de viajes.

En esta caso se trata del libro The long Way Home, escrito por Ed Dover,  y nos cuenta la historia de un PanAm Clipper.

Esos clippers de la PanAm eran unos inmensos hidroaviones, conocidos también como barcos voladores, que se construyeron de finales de los años 30 hasta mediados de los años 40, y que permitían viajes transoceánicos (con diversas escalas y en varios días).

 

La razón por la que se comenzaron a utilizar este tipo de hidroaviones para transporte de pasajeros, es porque en los años 30's (del siglo XX) había muy pocos aeropuertos con pistas pavimentadas que permitiesen operar a grandes aviones, pero muelles y embarcaderos sí que había

Para desgracia de esos grandes hidroaviones, al finalizar la II Guerra Mundial a mediados de los años 40's, la situación había cambiado. Por casi todas partes del mundo se habían construido pistas de aterrizaje pavimentadas para ser utilizadas por los grandes aviones militares (de transporte, bombarderos, etc), y la tecnología de los aviones convencionales había evolucionado mucho durante dicha guerra, lo cual hizo que estos fuesen mucho más económicos y simples de operar, razón por la cual se dejaron de construir y utilizar aquellos enormes "barcos voladores"


En cualquier caso, lo que el libro nos relata es la aventura que comenzó el día 1 de diciembre de 1941, hace justo 80 años, cuando uno de aquellos hidroaviones (un Boeing 314 - Clipper) de la compañía aérea PanAm, a los mandos del cual iba el capitán Robert Ford, despegó de San Francisco, para cruzar el océano Pacífico y dirigirse a Auckland (Nueva Zelanda).
Pero ocurrió que durante su viaje de ida a Nueva Zelanda se produjo el ataque japonés a Pearl Harbor, razón por la cual, y para evitar en su viaje de vuelta sobrevolar zonas controladas por el ejército japones, la vuelta a casa del enorme hidroavión y sus tripulantes fue inesperadamente larga, y  se hizo completando la vuelta al mundo siguiendo el mismo sentido Oriente>>>Occidente usado en el viaje de ida.

Y así, partiendo el 8 de diciembre de 1941 de Auckland (Nueva Zelanda) iniciaron "la vuelta a casa".

Debido a que se les había ordenado "silencio radio", utilizaron para la navegación aérea de su largo viaje tan solo los instrumentos del avión (brújula, sextante, reloj y anemómetro), así como atlas y mapas que conseguían en las bibliotecas de las ciudades en las que iban haciendo escala, ya que no existían cartas de navegación para esa ruta (pues nadie había volado aún en ella).

Aquel Boeing 314 Pacific Clipper cubrió, durante un mes aproximadamente, algo más de 50.000km con este recorrido: 


Finalmente, a las 7:12 de la mañana del 6 de enero de 1942, amerizaron en la base de hidroaviones de Pan American en LaGuardia (Nueva York), completando el primer vuelo de un avión comercial en circunnavegar el mundo.

Su viaje de vuelta fue toda una aventura, en la que: 
  • estuvieron a punto de ser derribados por aviones de caza holandeses
  • casi saltaron por los aires al amerizar en una zona de minas submarina
  • perdieron en vuelo uno de los cuatro motores, al explotar éste debido a que tuvieron que utilizar gasolina de automóvil en vez de gasolina de aviación (ya que esa estaba reservada para aviones militares)
  • tuvieron que despegar en el río Congo justo antes de una cataratas, y tuvieron luego que volar por un estrecho cañón del río Congo, en el que estuvieron a punto de estrellarse contra las paredes, ya que los motores no tenían fuerza suficiente para remontar el hidroavión, pues había superado el tiempo durante el que podían operar al máximo de revoluciones.  
  • etc. etc.

Una gran aventura de la que debido a otras prioridades de la época(las que fijaba la II Guerra Mundial) no hubo película, y tan solo quedó recogida en un cómic infantil.


Para tratar de remediar ese olvido de la historia, Ed Dover escribió este interesantísimo libro.

También  puede verse la aventura de aquella larga vuelta a casa de aquel PanAm clipper en este vídeo de 22 minutos .




domingo, 30 de junio de 2019

Libros de viajes en globo

Como dije hace tiempo, "viajar desde el sofá" es una afición perfecta para las frías y lluviosas tardes de fin de semana de invierno.

Y este pasado invierno, por variar un poco, en vez de leer libros de viajes en moto, he disfrutado leyendo otros tipos de viajes, concretamente viajes en globo.
Fue en el Blog Siempre en las nubes donde encontré bibliografía respecto de ese tipo de viajes.

Lo cierto es que resultan fascinantes esos artefactos, y la explicación de porqué se elevan y flotan en el aire la encontramos en el mismo principio de Arquímedes que sirve para practicar submarinismo.

Quienes estén interesados en ampliar los aspectos técnicos, pueden hacer cálculos estimativos de la capacidad ascensional (el peso que puede elevar) un globo en esta WEB e incluso construir pequeños globos-sonda aeroestáticos para poder lanzarlos, calcular la altura máxima que alcanzarán, así como su trayectoria de vuelo, etc, pueden  leer este magnífico artículo (en inglés) de Danny Dover, o (en español) este  blog del Colegio Mayor Chaminade



En cuanto a los libros que he leído, son estos:
  • Cinco semanas en globo. Autor: Julio Verne
    • La clásica y gran novela de aventuras (se publicó por primera vez en 1863) y que me animó a hacer el primer viaje a África (concretamente a Tanzania y Zanzíbar), y en la que el autor nos cuenta la aventura de tres británicos cruzando en globo África de costa a costa, aproximadamente a la altura del ecuador, partiendo desde la isla de Zanzíbar (en la costa  oriental africana, junto al océano Índico) para llegar hasta Senegal (la costa occidental junto al Atlántico).

  • La montaña de oro. Autor: Emilio Salgari
    • Novela de aventuras escrita unos 40 años después de la de Julio Verne, y que está claramente inspirada en ella. En esta ocasión los protagonistas son un alemán, un griego y un árabe que, al igual que los protagonistas de Cinco semanas en globo, parten de la isla de Zanzíbar en dirección al continente, y más concretamente hacia el lago Tanganika (del cual toma el nombre la actual Tanzania), pero viajando a bordo de un dirigible (zeppelín) para rescatar a un inglés prisionero de una tribu de indígenas, y conseguir además el gran tesoro (pepitas de oro) que había descubierto en una montaña (la cual da nombre a la novela). A diferencia de la novela de Julio Verne, en ésta de Emilio Salgari los protagonistas terminan regresando a la isla de Zanzíbar, donde finaliza la aventura con los protagonistas, una vez que se han repartido el tesoro, planteándose hacer un nuevo viaje en su dirigible, pero en esa ocasión cruzando toda África (homenaje final de Emilio Salgari a Julio Verne).

  • Safari en globo. Autor: Anthony Smith
    • El protagonista del viaje y autor del libro, a primeros de los años 60, cuando Tanzania era aún una colonia británica denominada Tanganika, voló con su globo desde la isla de Zanzíbar hasta el interior de Tanzania (parque nacional del Serengeti). El libro, aunque orientado al gran público, es bastante detallado en los aspectos técnicos del vuelo y de los materiales que llevaba en su viaje, así como en las explicaciones acerca de la perfecta coordinación que tuvo para reponer las bombonas de gas helio que utilizaba el globo. 

  • África en globo. Encuentros con Julio Verne.  Autor: Jaume Llansana
    • En los años 80, el autor realizó un viaje bastante menos organizado que el de Anthony Smith (se nota que al haberse independizado esos países africanos, ya no había una "autoridad" común en ellos que se encargese de proporcionar al aventurero los suministros necesarios, en este caso bombonas de butano para el quemador, pues el globo era de aire caliente como los actuales). Resulta divertido leer las aventuras del protagonista tratando de conseguir bombonas de butano en las aldeas africanas próximas al lugar en el que había aterrizado, para poder continuar su viaje. 


  • Doble Águila.  Autor: Charles McCarry
    • Historia de dos vuelos sobre el océano Atlántico en sentido de occidente (América) a oriente (Europa) utilizando un globo de gas helio. El primero de los vuelos (en el año 1977) fue un intento fallido que a los dos aeronautas norteamericanos (Maxie Anderson y Ben Abruzzo)que iban en él estuvo a punto de costarles la vida frente a las costas islandesas. Los lectores intuimos que las prisas de última hora, improvisaciones, errores de organización y desconocimiento del manejo del instrumental no pueden terminar bien. Por contra, en el segundo vuelo que hicieron un año después (en 1978), mucho mejor organizado y siendo en esa ocasión tres aeronautas los que iban en el globo, consiguieron el objetivo de cruzar el Atlántico, volando desde Estados Unidos hasta Francia. Resulta así mismo muy interesante saber cómo ese tipo de globo de gas helio se construyen para que vuelen cierto número máximo de días, ya que van perdiendo gas durante el día cuando el sol calienta el globo (llevan una válvula de seguridad para soltar gas y que el globo no estalle al expandirse el gas al calentarse el globo), y lastre por las noches (al enfriarse el globo se contrae y desciende hasta compensar con el nuevo peso tras arrojar lastre). Como dicen en el libro: tanto el gas helio como el lastre equivalen a tiempo de vuelo. Irlos perdiendo significa que el tiempo de vuelo restante se va acortando.


Finalmente y aunque no sea, como los anteriores, un libro de viajes en globo, otra emocionante novela de aventuras del visionario Julio Verne, que con los años, y vistos los avances de la ciencia desde que publicó su novela Cinco semanas en globo, se sumó a los que opinaban que el futuro de la navegación aérea no estaba en los globos o en los dirigibles, sino en máquinas voladoras más pesadas que el aire.
  • Robur el conquistador. Autor: Julio Verne
    • 23 años después de publicar su novela Cinco semanas en globo, publica esta otra historia de un personaje (el ingeniero Robur) que ha construido una gran nave voladora (Albatros) que se sostiene en el aire y se desplaza en él gracias a múltiples hélices movidas por motores eléctricos. Julio Verne finaliza su novela con esta clarividente profecía: "Y ahora, siempre la misma pregunta: ¿quién era Robur? ¿No se sabrá nunca? Sábese hoy. Robur es la ciencia futura: tal vez la de mañana, indudablemente la del porvenir. En cuanto al Albatros, ¿viajó, viaja todavía a través de esta atmósfera terrestre en medio de aquel dominio, al cual nadie había podido aún llegar? ¿Quién sabe? Robur el conquistador, ¿reaparecería un día, como había anunciado? Sí. Vendrá a revelar el secreto de una invención que puede modificar las condiciones sociales y políticas del mundo. Y en cuanto al porvenir de la locomoción aérea, le pertenece a la aeronave, no al aerostato. La conquista del aire está reservada a los Albatros. FIN"





    Pendientes aún de finalizar su lectura tengo:
      • Viajes en globo.   Autor: Camilo Flammarion
        • Con la mentalidad del siglo XIX en el que vivió este científico y astrónomo francés, nos describe con una deliciosa mezcla de ciencia, poesía y espiritualidad los doce vuelos en globo que realizó.

      • Al encuentro con Jesús Fernández Duro.  Autor: José David Vigil-Escalera Balbona
        • Jesús Fernández Duro fue un pionero de la aeronáutica civil española. Fundó el Real Aeroclub de España y conquistó la Copa de los Pirineos al ser el primer aeronauta que logró superar esa barrera montañosa por el aire. Fue distinguido con la Legión de Honor. Falleció de enfermedad (fiebres tifoideas) en San Juan de Luz (Francia), a los veintiocho años, mientras construía, con la colaboración de ingenieros franceses, un aeroplano diseñado por él.

      domingo, 25 de noviembre de 2018

      Nueva manera de crear tus propios recorridos con Google Maps y subirlos como ficheros GPX al navegador GPS de tu Smartphone

      El pasado verano Google cambió el criterio que tenía y que permitía que, una vez creados en Google Maps nuestros propios recorridos, pudiésemos exportarlos mediante un link que podía luego ser importado y procesado directamente en otras WEBs (como por ejemplo GPS Visualizer) para convertirlos a ficheros formato GPX, los cuales finalmente son los que se importan en nuestros navegadores GPS para ser utilizados por ellos.

      Afortunadamente aún hay una manera gratuita de hacerlo, aunque resulta un poco más laboriosa que la anterior que expliqué en un post del 2015 (la cual ya no funciona por lo que decía del cambio efectuado por Google), y es la que explico a continuación:

       
      1) Seguir estos pasos que indican en la WEB de GPS Visualizer



      2) Una vez dispongamos del recorrido en Google Maps, seleccionamos el link que permite compartirlo con otros viajeros, y a partir de ahí, se siguen los mismos pasos que con el anterior sistema, es decir... 

      3) Ir a la WEB   GPS Visualizer  (http://www.gpsvisualizer.com/) 

      4) Una vez allí, seleccionar la opción Sandbox 

      5) Estando ya en Sanbox, seleccionar (arriba a la derecha de la pantalla) la opción Import a URL, y mediante Ctrl-V,  "Pegamos" el link obtenido en Google Maps en la casilla URL de Sandbox, y damos al botón de IMPORT. 

      6) Al hacer eso, nos aparecerá en la pantalla el recorrido que habíamos preparado en Google Maps, tras lo cual, pulsamos el botón de Save Data GPX (salvar los datos en fichero GPX) y descargamos el fichero GPX en el ordenador
      7) Finalmente, y teniendo conectado el Smartphone al ordenador, para verlo como un disco duro externo, copiamos el fichero GPX obtenido mediante este proceso, en el directorio correspondiente de nuestro navegador GPS  (en mi caso, el navegador gratuito para Android OsmAnd)


      Y eso es todo. Espero que el procedimiento os resulte de utilidad.

      domingo, 26 de agosto de 2018

      Isla de Creta: Hace 25 años que...

      El pasado fin de semana recordé que hacía 25 años que fui de vacaciones a Grecia. Y esto lo recordé al leer en una de esas revistas que acompañan a los periódicos en fin de semana un artículo de Ymelda Navajo titulado El Libro que trastornó mi verano: Los mitos Griegos.

      Pues bien, en julio de 1993 (por entonces aún no había descubierto el placer de viajar en septiembre), es decir dos años antes que la Sra. Navajo, fui dos semanas y media de vacaciones a ese país.
      Los tres primeros días los pasé en Atenas, y las dos semanas siguientes en la isla de Creta, llevando en la maleta los libros de Los Mitos Griegos del escritor Robert Graves (tal y como luego ella hizo en su viaje), una novela de misterio y romance de la autora británica Mary Stewart, titulada Las Hilanderas de la Luna cuya trama transcurre en la isla de Creta, y la Guía del Trotamundos (edición 1992-1993).


      Atenas no me pareció una ciudad especialmente bonita (hay que decir que fue bombardeada durante la II Guerra Mundial y reconstruida posteriormente "estilo años 50"), pero en cualquier caso (y pese al calor agobiante que hacía) las visitas a la Acrópolis, al barrio de Plaka y a diversos museos estuvieron muy bien.

      Y desde Atenas y en avión fui a la isla de Creta.
      Tras aterrizar en Heraclión (capital de la isla de Creta), en el mismo aeropuerto recogí el coche de alquiler que tenía reservado, y marché por la autovía del norte de la isla hasta su extremo oriental, concretamente a la ciudad de Sitía, donde permanecí la primera semana haciendo excursiones por los alrededores.
      Al cabo de una semana y nuevamente por la autovía que recorre el norte de la isla, fui a Chaniá, en el extremo occidental, y allí me alojé la segunda semana, dedicándome nuevamente a hacer excursiones por los alrededores.

      Días que recuerdo de aquel viaje. Antes que nada he decir que es una gran verdad aquel antiguo slogan de promoción del turismo en Grecia: "Los dioses pudieron haber elegido cualquier lugar en el mundo, pero eligieron Grecia".
      Y es que todos aquellos días estuvieron muy bien, pero los días que recuerdo especialmente fueron:

      <>En Atenas el día que fui a visitar el maravilloso museo arquelógico, y tras eso a comer a un restaurante llamado Dafni, ubicado en el nº 65 de la calle Ioulianou, cerca de la parada de Metro Victoria, y que aquella Guía del Trotamundos de 1992-93 recomendaba como un auténtico restaurante griego y para los griegos (es decir, nada de restaurante para turistas).
      ¡Cuánta razón que tenían los de la Guía del Trotamundos! Deliciosa comida griega en un gran patio cubierto parcialmente por un emparrado.
      Desgraciadamente ese restaurante ya no existe, y donde estaba hay en la actualidad un solar dedicado a aparcamiento de automóviles.

      <>En Creta el día en que decidí hacer la excursión en coche desde Chaniá (donde estaba alojado) hasta Sougia.
      Google Maps indica que el recorrido es de 60 Km. y que puede hacerse en una hora y media aproximadamente.
      Pues bien, teniendo en cuenta que en 1993 ni Internet, ni Google, ni los GPS existían, y de hecho, ni se sospechaba aún que años más tarde terminarían existiendo, tengo anotado que fueron más de tres horas de coche, pues en innumerables ocasiones me perdí en aquellas carreteras mal asfaltadas (a tramos incluso sin asfaltar) y peor señalizadas ¡en Griego! del interior de la isla, cosa que dificultaba mucho localizar el pueblo o la aldea a la que había llegado, pues mi mapa de carreteras estaba en Inglés.
      ¡Uuff! ¡Que aventura la de aquel día conduciendo por aquellas carretera-caminos, atravesando pequeñas aldeas de casas con olivos, cabras y ancianos que descansaban a la sombra de emparrados y con los que trataba de entenderme mostrándoles en mi mapa la población de Sougia, para que me indicasen por dónde debía continuar el viaje!
      Y cuando finalmente llegué hasta allí... ¡qué delicioso pescado a la brasa acompañado de un vino retsina blanco frío (para celebrar que había conseguido llegar) que tomé frente al mar, en un restaurante de la playa de Sougia!
      (estos detalles los anoté en las últimas páginas de aquella guía del Trotamundos, la cual utilicé como diario de aquel viaje)


      Alguna vez he pensado en volver a Creta, pero la experiencia me ha demostrado que no es buena idea volver a sitios en los que uno disfrutó cuando estuvo hace muchos años, sobre todo si aquel viaje fue antes de que se popularizasen los vuelos Low Cost, pues estos han hecho que ciertos destinos de vacaciones se masifiquen. Sirvan de ejemplo este par de libros de viajes:
      • Mil viajes a Ítaca  de Ana Capsir.  La autora nos cuenta sus viajes en velero por Grecia durante 25 años, y en sus relatos vemos lo que han cambiado ciertas islas, especialmente las más masificadas por el turismo.

      • Grecia Viaje de otoño de Xavier Moret.  El autor nos cuenta su recorrido por diversas zonas de Grecia en otoño, cuando ya la mayoría del turismo europeo ha vuelto a sus países de orígen, y los propietarios se preparan para cerrar sus negocios hasta la siguiente temporada estival.

      domingo, 21 de enero de 2018

      Viajando desde el sofá. Viajes en moto. Bibliografía

      A raiz de leer el libro de Operación Impala, del cual hace meses escribí un post, me di cuenta de la cantidad de libros de viajes en moto que, a lo largo de los años, he ido leyendo.

      Reconozco que comencé con el tema siguiendo las indicaciones de la profesora de la academia de Inglés en la que estudiaba hace unos 15 años, la cual nos recomendaba para practicar el idioma, leer novelas o libros de temas que nos interesasen, y de ahí que los primeros libros que leí fuesen en ese idioma, pero lo cierto es que me he ido acostumbrando a este tipo de lecturas de viajes, a las cuales yo denomino Viajes desde el sofá, y que con el tiempo, se han convertido, especialmente en invierno, en una de mis aficiones para las frías y/o lluviosas tardes de domingo.

      En estos momentos, mi lista de libros ya leídos es la siguiente:

      1. Vroom with a View: In Search Of Italy's Dolce Vita On A '61 Vespa.  Autor: Peter Moore
        • El autor (Peter Moore), un británico, enamorado de la Dolce Vita italiana, decide recorrer en solitario la Italia continental, a lomos de una vieja Vespa de los años 60, y nos cuenta sus divertidas aventuras.
      2. Vroom by the Sea: The Sunny Parts of Italy on a Bright Orange Vespa.  Autor: Peter Moore
        • Nuevamente Peter Moore, visto el éxito alcanzado con su primer libro, y como sigue siendo un gran admirador de la forma italiana de entender la vida, decide en esta ocasión, recorrer, nuevamente en solitario, la legendaria isla Italiana de Sicilia, a lomos de una Vespa, un poco más moderna que la de la vez anterior (en esta ocasión, un modelo de los años 80, y de un brillante color naranja, y de ahí el título del libro).
      3. Kiwis Might Fly. Around New Zealand on two big wheels. Autora: Polly Evan
        • La autora del libro, decide embarcarse en la aventura de recorrer Nueva Zelanda en una motocicleta de gran cubicaje, para lo cual, y dado que nunca ha llevado una moto, tiene que sacarse en Reino Unido el carnet de conducir motocicletas. Y tras eso, se va a las antípodas a disfrutar de la aventura, recorriendo en solitario ese país, las cuales nos cuenta en este divertido libro.
      4. Desde el arcén. Aventura por África a bordo de una Mobylette.  Autor: Ignasi Florensa
        • El protagonista, durante tres meses, hace un viaje en una vieja Mobylette, cruzando España, Marruecos, Argelia, Niger, Burquina-Faso, Costa de Marfil, República de Guinea y Senegal (al llegar a Dakar, vende su entrañable "montura", y regresa a España). 
      5. Tuk Tuk to the road. Two girls, Three wheels.  Autora: Antonia Bolingbroke-Kent
      6. Operación Impala.  Autor: Manuel Maristany.
        • A este libro y a la aventura de los cinco componentes de esa aventura africana les dediqué un post en junio 2017
      7. Safari Salama. Tras los pasos de la Operación Impala. Autor: Luis Oromi
        • El protagonista, en solitario y a bordo de una motocicleta BMW, hace un recorrido similar al que siguieron los protagonistas de la Operación Impala. El libro es entretenido, pero la parte final del recorrido, por la restricción de tiempo del protagonista (necesita estar de vuelta en España en una fecha concreta), es un poco estresante, y es que viajar con prisas o restricciones de tiempo, no es lo más aconsejable.
      8. En 79 días. Vuelta al mundo en Vespa.  Autores: Santiago Guillén y Antonio Veciana
        • Los protagonistas hacen un recorrido similar al del Phileas Fogg -protagonista de la novela de Julio Verne: La vuelta al mundo en ochenta días -. El libro es entretenido, pero nuevamente les ocurre en la parte final del recorrido que por la restricción de tiempo que ellos mismos se han impuesto (mejorar la marca de Phileas Fogg) es un poco estresante, y es que como ya he dicho anteriormente, viajar con prisas o restricciones de tiempo no es lo más aconsejable.
      9. No le digas a mamá que me he ido a Mongolia en moto.  Autor: Ricardo Fité
        • En una vieja Yamaha SR250, el protagonista de la aventura cruza Europa y Asia para llegar hasta ese lejano país.
      10. Sweet Honey, Bitter Lemons. Travels in Sicily on a Vespa. Autor: Matthew Fort
        • El autor, crítico gastronómico en el Reino Unido, recorre la isla de Sicilia en Vespa, y nos describe sus paisajes y la maravillosa comida italiana (la cual recoge con detalle en unas recetas al final de los diversos capítulos del libro)

      Y además, y en fase aún de lectura o pendientes de comenzarlos, estos otros, los cuales iré incorporando a mi lista de libros leídos según los vaya finalizando.
      1. Hacia el trono de los dioses.  Autor: Herbert Tichy
      2. A Short Ride in the Jungle: The Ho Chi Minh Trail by Motorcycle. Autora: Antonia Bolingbroke-Kent
      3. Land of the Dawn-Lit Mountains. Autora: Antonia Bolingbroke-Kent
      4. Lois on the loose.  Autora: Lois Pryce
      5. Eating Up Italy. Voyages on a Vespa. Autor: Matthew Fort
      6. Summer in the Islands: An Italian Odyssey. Autor: Matthew Fort



      sábado, 3 de junio de 2017

      Operación Impala: La aventura de cruzar África en moto (hace 55 años)

      Después de leer los posts de Elsi Rider, en los que cuenta su viaje y sus aventuras para ir en moto desde España hasta la India, se me despertaron nuevamente las ganas de leer libros de viajes en moto.
      (Y es que años atrás, animado por la profesora de Inglés de la academia en la que estudiaba ese idioma, leí aventuras de viajes en moto de Peter Moore, de Polly Evans, y de Matthew Fort, los cuales he citado en alguna ocasión).

      Y buscando en Internet encontré información de la denominada  Operación Impala, así como un reportaje televisivo (en catalán) acerca de esa aventura, junto con la historia de las motocicletas Montesa.
      Esa "operación", que tuvo lugar hace unos 55 años, consistió en el viaje que cinco jóvenes aventureros españoles (tres yendo en motocicleta, y dos en el Land Rover de apoyo logístico) hicieron para atravesar África de sur a norte, desde Sudáfrica hasta Túnez. 20.000 Kms en poco más de 3 meses (100 días).
      Los cinco miembros de la expedición (así como las tres motocicletas utilizadas), los podemos ver en ésta fotografía.
      Ellos eran Oriol Regàs, Juan "Tei" Elizalde, Rafa Marsans, Enrique Vernis y Manuel Maristany, éste último, pese a no tener experiencia en el mundo del motor, les acompañaba como fotógrafo y cronista de la aventura que relató en el libro titulado Operación Impala (autor Manuel Maristany), el cual, y pese a los años transcurridos, sigue editándose ya que es un clásico y muy entretenido libro de viajes y aventuras.
      (para leerlo, adquirí un ejemplar en Iberlibro, edición de 1964 y de editorial Juventud).

      En dicho libro, Manuel Maristany (tristemente fallecido hace un año, razón por la cual vaya este post como mi modesto homenaje tanto para él como para el resto de integrantes de dicho grupo) nos cuenta sus aventuras atravesando aquella África del año 1962 en unas pequeñas motocicletas (de 175cc y 18 CV) fabricadas en España.
      Y es que por entonces la fábrica Montesa estaba preparando el lanzamiento de una nueva motocicleta, a la que finalmente pusieron el nombre de Impala en recuerdo del pequeño y veloz antílope africano que los protagonistas de la aventura contemplaron en múltiples ocasiones a lo largo de su viaje. De cara al lanzamiento al mercado, al fabricante le interesaba hacer tanto una buena campaña de imagen para promocionarla en toda España (pues a comienzo de los años 60, hablar de exportaciones y ventas en el extranjero era soñar), y dicha campaña de promoción consistió en someter a esa nueva moto a una durísima prueba de resistencia haciendo que un pequeño grupo de jóvenes aventureros recorriesen con ellas (y con un Land Rover de soporte logístico) los 20.000 Kilómetros que hay desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica) hasta Túnez (donde embarcaron en un ferry, para volver a Europa, concluyendo así la aventura africana)
      La motocicleta Impala era (y sigue siendo) inconfundible, así como también lo era el característico sonido de su motor de 2 tiempos.  (en la actualidad, y aunque ya hace casi 30 años que dejaron de fabricarse, miles de ellas siguen circulando por las calles, y se han convertido en un vehículo clásico)
      Pues bien, los cinco protagonistas de la aventura, tras enviar por barco sus motocicletas y materiales diversos para el viaje, a Ciudad del Cabo, volaron hasta esa ciudad sudafricana, vía Roma, el 4 de enero de 1962.
      Una vez allí, y tras adquirir un Land Rover (al que bautizaron con el nombre de Kiboko -hipopótamo en swahili- ) y matricularlo como vehículo andorrano (matrícula Principado de Andorra nº 2.819, anécdota curiosa pero explicable ya que ese país de los Pirineos les subvencionó la compra de dicho vehículo, y les proporcionó de forma casi inmediata, la matrícula y los papeles para el mismo), comenzaron el largo viaje de vuelta a casa: 20.000 Kms., la mayor parte de ellos por caminos de tierra, tal y como vemos en la fotografía.


      Las grandes etapas en las que el libro divide la aventura africana, son las siguientes:
          Ciudad del Cabo - Johannesburgo, atravesando el desierto del Karoo
          Johannesburgo - Livingstone (Zambia), pasando por las cataratas Victoria
          Livingstone - Lusaka (Zambia)
          Lusaka - Kilimanjaro (Tanzania),  atravesando las llanuras de territorio Massai
          Kilimanjaro - Lago Victoria - Nairobi (Kenia)
          Nairobi - Kampala (Uganda) - cataratas Murchison - Nairobi
          Nairobi - Monte Kenia - Addis Abeba (Etiopía)
          Addis Abeba - Asmara (Eritrea)
          Asmara - Khartum (Sudán),  atravesando el desierto de Núbia
          Khartum - Atbara
          Atbara - Asuán (Egipto)
          Asuán - Luxor
          Luxor - El Cairo,  atravesando el Valle de los Reyes
          El Cairo - Alejandría
          Alejandría - El Alamein
          El Alamein - Bengasi (Líbia)
          Bengasi - Trípoli - Tunez
          Tunez - Marsella (Francia) en ferry
      Y tras eso...
          Marsella - Andorra
          Andorra - Barcelona

      Operación Impala es un libro muy recomendable, mezcla de aventuras, humor y análisis de otras culturas, con ese espíritu algo ingenuo de unos jóvenes aventureros españoles, que comenzaban a recorrer el mundo en una época, los años 60, en que España, tras dejar atrás el aislamiento de los oscuros años de la postguerra, iniciaba su desarrollo económico e industrial, y poco a poco volvía de nuevo a abrirse al mundo.